¿Eres un inversor decidido y tienes preferencia por la renta variable?
En este caso me gustaría decirte que, además de satisfacer tus preferencias, debes tener controlado tu nivel de riesgo máximo. Esto se consigue con un diversificando tu cartera global en otros productos menos volátiles.
Si por el contrario eres un inversor de corte más conservador, aquel que no le gustan los sobresaltos y está dispuesto a renunciar a parte de las oportunidades de rentabilidad que ofrecen muchos fondos de inversión, vamos a analizar una categoría de fondos perfecta para estas ocasiones y vamos a ver un ejemplo.
En cualquier caso, deberás también tener un objetivo mínimo de rentabilidad y satisfacer por lo menos la inflación. Por lo que debes incluir en tu cesta algún otro producto con mayor rentabilidad potencial.
Sea cual sea tu perfil de riesgo, tu plazo de inversión y otras características, la estrategia de inversión que vamos a proponer puede serte útil.
Está basada en una cesta de fondos equilibrada, una inversión que puedes ir afinando a con la sobreponderación e infraponderación de los fondos de inversión propuestos, en acorde a tu personalidad inversora.
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Las bases son como la promulgación de una ley.
Cuando se dicta una ley se debe tener en cuenta que tendrá que resolver multitud de supuestos y amparar a multitud de sujetos. Después se desarrollan en reglamentos que las especifican y segmentan; para posteriormente ser interpretadas por un juez y aplicadas a un caso concreto.
Así pues, la Constitución es la Ley más fundamental, pero también la más amplia y difusa.
Sirva esto como ejemplo para definir que las bases propuestas para determinar dónde invertir 20.000 euros es la Constitución de nuestra estrategia inversora. Posteriormente la desarrollaremos, especificaremos y la personalizaremos.
Para hacer esto con éxito deberemos tener en cuenta nuestra nuestras características como inversores, el plazo temporal de la inversión y predefinir un nivel de riesgo.
En función de los resultados obtenidos, adaptaremos las bases de esta estrategia (la Constitución) a nuestro caso particular; al igual que un juez dicta una sentencia concreta, la cual debe ser acorde y estar basada en una serie de leyes que previamente se han establecido.
No hay que preocuparse, iremos viendo todo el proceso y daremos una serie de claves para el desarrollo y aplicación.
Como principio fundamental vamos a partir de la necesidad de establecer una inversión equilibrada, especialmente útil para inversores moderados.
Pero puede que sea un poco más arriesgada de la cuenta para aquellos con perfil conservador y puede, también, que quede un poco insulsa para los más dinámicos.
Eso se puede arreglar.
Como se trata de una inversión equilibrada, lo primero que haremos será dividir nuestro capital de forma más o menos equitativa:
Dividiremos nuestras fuerzas entre estas dos secciones, una vanguardia y una retaguardia.
Pero, ¿qué sucede con el 20% restante?
Este 20% (que representa unos 4.000 euros) está destinado al desarrollo posterior de la estrategia y será invertido en un fondo más acorde a tus características.
Como se puede observar es una estrategia bastante neutra, casi aséptica. Después cada inversor individualmente puede definir su perfil de riesgo, su plazo y otras características para ponderar la vanguardia y retaguardia hasta personalizarla aún más.
Se trata de establecer un punto pivote enfrentando dos filosofías inversoras extremas (sección de vanguardia y sección de retaguardia). Posteriormente se establecerá la proporción justa y se acompañará con un 20% de la inversión en un producto más personalizado.
Vamos a desarrollar esta estrategia con unos ejemplos de fondos de inversión.
Si eres de por sí un inversor conservador, puedes destinar hasta un 60% de tu capital a esta parte de la cartera global. Sin embargo, a priori las bases nos indican que con un 40% (8.000 euros) es lo conveniente para establecer equilibrio entre la vanguardia y la retaguardia.
Esta parte de nuestra inversión global, como se puede deducir, es la que nos aportará seguridad y estabilidad, sin embargo, la rentabilidad queda como un objetivo de segundo orden.
Por esta cuestión se hace necesario combinarla con otras políticas de inversión e integrarla en una cesta más amplia.
Para nuestra sección defensiva hemos seleccionado un fondo de inversión que cumple con las exigencias necesarias: El Vontobel Fund - TwentyFour Absolute Return Credit.
Decíamos al principio de este artículo que expondríamos una categoría de fondos de inversión ideal para aquellos inversores conservadores. Bien, este fondo representa dicha categoría: Renta fija Total Return (o Deuda Total Return).
Esta categoría de fondos, que invierten en activos de renta fija, tiene como objetivo una rentabilidad absoluta en cualquier condición de mercado.
En tiempos en los que la renta fija no es, por así decirlo, el producto estrella de las carteras de inversión (cupones bajos, incertidumbre política, tipos de interés en aumento, etc.), las inversiones de retorno absoluto en activos de deuda están tomando protagonismo.
En concreto, este fondo seleccionado se trata de un producto long-only, es decir, no adopta posiciones cortas para cubrir posiciones. Solamente invierte en bonos sin apalancamiento. No tiene comisión de éxito y fue creado con un objetivo primordial: Mantener una baja volatilidad.
¿Cómo consigue esto?
Los gestores invierten en activos de renta fija que presentan, históricamente, las mejores ratios de Sharpe. Esta ratio mide la rentabilidad ofrecida en función del riesgo asumido. Cuanto mayor es la ratio significa que ofrece más puntos de rentabilidad por cada punto de riesgo que se toma. De este modo, combina rendimientos con una baja volatilidad.
Gestiona activamente su cartera para proteger aún más la inversión, establece unos filtros a la hora de asignar activos, al menos dos tercios de su cartera la destina a bonos con grado de inversión y tiene cubiertas las inversiones emitidas en divisas extranjeras.
Es un fondo pensado para que nos ofrezca una rentabilidad constante, sin sobresaltos (del orden de un 0,20% semanal en condiciones normales de mercado) con una volatilidad anual de un 1,17%.
¿Dónde se encontraría un fondo de inversión de renta variable que nos procure las mejores rentabilidades en estos momentos?
Tendríamos, en este caso, que irnos a un sector concreto de la economía: el sector de la tecnología médica.
Por otra parte, puede ser un poco imprudente concentrar todo un 40% de nuestro capital en sólo sector industrial. Pero sí es cierto que la sección ofensiva está destinada a buscar rendimientos atractivos y por ello no podemos despreciar este tipo de oportunidades.
Para hacerla viable en materia de diversificación, dividiremos esta sección y seleccionaremos dos fondos: uno de renta variable del sector anteriormente mencionado y otro de renta variable global flexible (en búsqueda de la máxima diversificación).
Las ponderaciones pueden ser acordes según el perfil de cada inversor; no obstante, siguiendo nuestra línea de equilibrio de cartera, dividiremos esta sección a partes iguales (50%).
Es decir:
Si atendemos al Bellevue Funds Adamant Medtech & Services B (la parte de renta variable sectorial), observaremos que este fondo de inversión está consiguiendo rentabilidades anualizadas de un 18,32% en los últimos 3 años.
Por otra parte, un fondo de renta variable global de capitalización bursátil flexible que presenta un buen comportamiento es el Credit Suisse Global Security Equity Fund. Este fondo de inversión ha conseguido una rentabilidad anualizada en los últimos 3 años de un 12,99%.
Con esto completaríamos la sección ofensiva.
Pero aquí no acaba nuestra estrategia para invertir 20.000 €.
Recordemos cómo queda nuestra cesta global modelo:
Volvemos a plantear la pregunta de antes:
¿Qué pasa con el 20% restante?
En este punto ya nos toca tener en cuenta el perfil que tenemos como inversores. En función del mismo, designaremos un fondo mixto que nos sea acorde. De este modo desarrollaremos la base general de nuestra estrategia.
Así pues, la estrategia se completaría con el siguiente ejemplo:
Sea cual sea tu perfil podrás adaptar las bases de la estrategia con un fondo mixto adaptado. Sin embargo, para un correcto desarrollo, nos queda todavía responder a las siguientes preguntas:
Y preguntas por el estilo.
Para resolver estas cuestiones deberás realizar un análisis introspectivo de tu situación personal, familiar, fiscal, económica, etc.
En este punto un asesor financiero puede serte útil. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías es posible realizar estos estudios de un modo sencillo, rápido y económico gracias a los robo advisors (asesores financieros informatizados).
A lo largo de estas líneas hemos visto una estrategia que nos ha dado unas claves para saber dónde invertir 20.000 €.
No obstante, estamos a falta de una correcta personalización de la misma. En otras palabras, hemos marcado la ley, falta ahora adaptarla a nuestro caso mediante una sentencia concreta.
Esta última barrera puede ser fácilmente superable gracias a los robo advisors como fondos.com, ¿hablamos?