¿Qué son los fondos boutique? ¿Puede llegar a ser la gestión boutique más rentable que las grandes redes bancarias? ¿Cuáles son los motivos?
En este artículo desvelamos estas cuestiones y, finalmente, te mostramos un ejemplo de cómo se lleva a cabo la gestión de un fondo boutique sostenible que será de tu interés.
Se habla de “fondos boutique” o “gestión boutique” a un tipo de fondos de inversión creados por pequeñas entidades especializadas en algún segmento de la inversión. A este tipo de sociedades gestoras se les denomina “gestoras boutique”.
La característica principal de los fondos boutique es que se trata de productos más pequeños, exclusivos y especializados, donde se pone de relieve un trabajo más artesano. El talento y la experiencia del gestor cobra una gran relevancia.
Las gestoras boutique son entidades independientes y suelen ofrecer un catálogo de productos de calidad. Son capaces de obtener buenos resultados y representan una alternativa para los inversores frente a los grandes grupos financieros.
Lo que de verdad diferencia a los fondos boutique es la capacidad para generar alfa, por este motivo, suelen estar bien situados en los rankings.
La gestión boutique se ejerce de un modo diferente, donde tienen más importancia las ideas de inversión y no se le presta tanta atención a los índices de referencia y otros aspectos que encorsetan el trabajo del gestor.
Este tipo de fondos no suelen encontrarse en las grandes firmas (como los grupos bancarios que cuentan con su propia gestora de fondos).
Un estudio llevado a cabo por Global Boutiques Asset Management (GBAM), una organización que aglutina a gestoras boutique de tamaño medio (con una gestión especializada), indica cómo este tipo de entidades son capaces de superar a las grandes compañías de inversión
El profesor Andrew Clare (de la Cass Business School Asset Management) analizó a 120 grandes gestoras de fondos, registrando el rendimiento de 780 de sus productos desde enero del año 2000 hasta julio de 2019. Concluyó que la gestión boutique europea consigue un 0,56% más de rentabilidad al año. Si se restan las comisiones, la rentabilidad es superior en un 0,23%.
En el caso de fondos de renta variable europea de pequeña y mediana capitalización, los rendimientos extra pueden llegar incluso al 1%. Siendo del 0,5% para los fondos de renta variable emergente.
Además de las ventajas ya mencionadas en cuanto a exclusividad, un trabajo más minucioso, calidad y posibilidad de conseguir mejores resultados. La gestión boutique tiene una mayor libertad para invertir en todo tipo de activos.
Aunque no lo parezca, en muchas ocasiones, los gestores de fondos de inversión de las redes bancarias no tienen capacidad para desarrollar todo su potencial: deben ceñirse a los índices de referencia y criterios relativos a las políticas y personalidad del grupo financiero. En algunos casos no pueden incluir activos a su cartera con crecimiento potencial porque no pueden justificarlo ante sus superiores.
Todas estas cuestiones restan flexibilidad y, en muchos casos, restringen las buenas opiniones del gestor (que, recordemos, se trata de un profesional y su criterio tiene valor). En este caso, la gestión no es mala de por sí, pero suele ser más… “industrial”, basada en estándares y reglas.
Por otra parte, los gestores de fondos boutique son verdaderos especialistas en el campo al cual está orientado el producto.
Estos profesionales confían tanto en su criterio que en la mayoría de los casos invierten su propio patrimonio en el fondo que ellos mismos gestionan. De esta manera, los intereses de los gestores se encuentran en armonía con los de los clientes.
Por estos motivos, no sorprende que los fondos boutique sean capaces de conseguir mayores rentabilidades.
Uno de los ejemplos más claros de la industria de gestión de activos que sigue un enfoque de gestión boutique es Vontobel Asset Management.
Con sede en Zúrich (Suiza), Vontobel AM tiene una política de gestión llamada “multiboutique”. En otras palabras, la gestora crea pequeñas boutiques de fondos especializadas en áreas concretas. De esta forma puede ofrecer productos de vanguardia.
Por ejemplo, en Vontobel podemos encontrar la Boutique Quality Growth Equities. Se trata de una sección (un enfoque de boutique) donde la firma ofrece fondos artesanos, especializados en acciones de empresas de primera categoría que se encuentran infravaloradas, siguiendo un tipo de análisis bottom-up (por orden ascendente). Este trabajo se lleva a cabo por especialistas en renta variable global desde 1984.
Echemos un vistazo ahora a alguno de los fondos creados por la boutique Sostenible y Temática de Vontobel.
El Vontobel Fund- Clean Technology es un fondo de inversión que pertenece a la categoría de renta variable del sector ecología y cuenta con cuatro estrellas en el rating de Morningstar (ya podemos hacernos una idea de la calidad del fondo).
Su objetivo es conseguir el mayor rendimiento a largo plazo invirtiendo en valores de renta variable de todo el mundo que tengan que operen en el área de las tecnologías limpias; aquellas que cambian el futuro del sector medioambiental (eficiencia energética, ahorro energético, eliminación de residuos, reciclaje, reducción de la contaminación, calidad en las infraestructuras, etc.). Las soluciones que ofrecen este tipo de empresas son innovadoras.
La zona de Estados Unidos tiene un peso significativo en la estructura geográfica de su cartera, casi la mitad (47,94%). Sin embargo, también invierte en valores emitidos por en la eurozona (29,13%) y Japón (7,57%). Las economías emergentes, como Asia y Europa (ex euro) están presentes en menor medida (con un 5,92% y un 4,89% respectivamente).
En cuanto a su composición sectorial, podemos apreciar cómo la industria ocupa el primer lugar (con un 43,43%), incluso por encima de la tecnología (34,85%). También tiene exposición a los servicios públicos, materiales básicos y el sector inmobiliario (con un 6,70%, 4,13% y 3,49% respectivamente).
A priori, la estructura de su cartera es similar a la media de la categoría de fondos (por ejemplo, los fondos de renta variable del sector ecología tiene una exposición media al sector industrial del 34,03%, seguido de la tecnología con un 21,29%. Siendo los dos sectores que mayor peso tienen en la cartera).
No obstante, el Vontobel Clean Energy ha conseguido una rentabilidad anualizada en los últimos tres años del 17,92%, lo que supone un 1,89% más que la media de su categoría y un 3,71% por encima del índice de referencia Morningstar (el MSCI World NR USD).
(Fuente: Morningstar)
Podemos apreciar en el gráfico anterior como las tres variables se encuentran en auge. Tras las caídas bursátiles provocadas por la crisis del coronavirus, han mostrado un buen crecimiento (este tipo de inversiones son las más beneficiadas en la pandemia). Pero, el fondo en cuestión ha conseguido batir a las dos.
En cuanto al riesgo, con una volatilidad anualizada del 17,66%, se encuentra en acorde con la media de la categoría de fondos. Dicho de otro modo, este fondo consigue una rentabilidad anualizada superior a la media, asumiendo un riesgo similar.
Tiene una puntuación de 6 sobre 7 en la escala de riesgo propuesta por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Estos resultados son el producto de una gestión boutique: un equipo de inversión formado por expertos especialistas en este campo que toman las decisiones en base a su fuerte convicción. Tienen capacidad para realizar rigurosos y profundos análisis. Es una prueba de los que ofrecen los fondos boutique (el alfa a tres años de este fondo es de 2,50).