Los inversores españoles han crecido en el último año, al haber comenzado a diversificar sus ahorros e invertir en productos de inversión.
Los inversores españoles más proclives a apostar por acciones y bolsa son los jóvenes de entre 25 y 34 años, según la encuesta internacional de ING sobre Ahorros.
De la encuesta también se desprende que un 20% de españoles prefirió invertir en bolsa; por contra, un 11% que se decantó por fondos de inversión.
Es una cifra curiosa, teniendo en cuenta que el mercado de valores no termina de levantar cabeza (el IBEX-35 sube sólo un 2%, el inferior de todos los índices europeos) y que nunca ha sido la solución para crear riqueza, sino un vehículo de ajuste de la inflación para el ahorro a largo plazo.
Sin embargo, cuando entra en juego la inflación, ese ahorro a largo plazo, combinado con los impuestos, deja un resultado muy mejorable en el caso de las acciones.
La realidad de las personas de a pie como inversores españoles, es que disponen de un capital para invertir en un tiempo finito antes de su jubilación, con un promedio de 15-20 años.
Ése es el tipo de largo plazo que se debe tener en cuenta, y lo que mejor se conjuga con él es una cartera de inversiones diversificada, adecuada al perfil de riesgo y objetivizada a través de Fondos.com.
La encuesta de ING destaca dos problemas básicos de los españoles a la hora de invertir, tanto en acciones como en fondos:
La falta de capital para invertir y el riesgo o desconocimiento.
La falta de capital es básica en la capacidad de generar riqueza en el mercado, y parte de la culpa la tiene la tendencia de los mercados desde el cambio de siglo, con dos grandes épocas bajistas que además de pérdida de capital, perdieron por el camino la confianza en gestores y asesores financieros. Su impacto sigue coleando hoy día.
Por su parte, el factor psicológico pesa en dos de cada tres personas, pues al temor inicial a perder el dinero se añaden los errores emocionales que se pueden cometer a lo largo del tiempo, por las mismas razones: un altibajo puntual del mercado.
En el momento en que la mayoría de las personas alcanza un punto en la vida donde los flujos de ingresos y ahorros son lo suficientemente amplios como para invertir el exceso en una cartera de valores o fondos, por norma general no tienen 30 años para alcanzar su objetivo, sino 15 o 20 como máximo.
Esta es la razón por la cual perder entre 5 y 7 años para volver "a la par" no es una estrategia de inversión viable. Eso es lo que les pasó a muchos inversores en el mercado de acciones entre 2007 y 2015: acabaron tal como empezaron, igualando su riqueza inicial, y eso si tuvieron suerte.
Es por ello que la participación en los mercados de renta variable se debe iniciar respetando las normas básicas de precaución, formación, disciplina y respeto por la apuesta bursátil, con la idea principal de salvaguardar siempre de manera esencial el capital destinado a la inversión.
Para poder lograr los objetivos, en especial los de los jóvenes, se debe evitar cometer grandes errores mediante la formación previa de una adecuada estrategia y plan de inversión diseñado por Fondos.com para preservar una lógica a largo plazo.
El colofón es que para invertir en los mercados financieros, posiblemente el juego más complicado del planeta, se debe tener alguna medida para proteger el capital de inversión de pérdidas significativas.
Llamémoslo un plan B:
Los efectos de un mercado a la baja se van a recuperar, pero el tiempo perdido mientras tanto no
En Fondos.com contamos cada día como un paso más que le acerca a ese objetivo de inversión, y actuamos en consecuencia. Y que los mercados hagan de las suyas, porque mientras tanto nosotros estaremos caminando sin destruir riqueza ni igualándola, sino creándola para los inversores españoles que se decidan.