La coyuntura actual de los mercados hace difícil proponer en un escrito aquellos fondos que mejor afronten la situación actual no solo de inflación desbocada y una realidad de tipos al alza, sino también de una posible recesión económica que día a día va ganando más quórum.
Por este motivo hoy me centraré en qué pasos debemos seguir antes de invertir en fondos de inversión y qué consideraciones debemos tener como inversores antes de decantarse por una estrategia u otra.
Como bien decía, para empezar a invertir en fondos de inversión es fundamental conocer el entorno económico global que debe marcar desde un inicio toda inversión. Pero debemos priorizar, igualmente, la tolerancia o aversión al riesgo que un cliente tiene frente a una inversión. Del mismo modo que el inversor debe entender que ante la realidad de una normalización de tipos, y sobre todo de que con una inflación tan elevada como la actual todo dinero no invertido va perdiendo valor, el cliente debe conocer igualmente los riesgos implícitos y explícitos que existen, como por ejemplo la liquidez del fondo o la naturaleza de los activos que componen la cartera del fondo.
Aquel inversor con poca tolerancia al riesgo, o al pánico que se genera en ciertos periodos, debe evitar fondos de renta variable que por su naturaleza pueden registrar períodos de fuertes correcciones del mismo modo que generen mayores rentabilidades a medio y largo plazo ya sea por mejores previsiones del ciclo o porque el mercado apuesta por un estilo determinado. Ahora bien, si el cliente está ya tiene experiencia , es de perfil agresivo y puede aguantar bien los vaivenes de mercado invirtiendo en fondos que son de tendencia o de un estilo muy marcado, y que ahora mismo estén sufriendo importantes correcciones, podría ser una muy buena opción aprovecharlas para incrementar su exposición y así obtener mejores rendimientos cuando la coyuntura global mejore a medio y largo plazo.
Ahora mismo la realidad económica está influenciada por problemas geopolíticos, inflacionarios y de una posible recesión a no tan largo plazo por tanto, como siempre decimos debemos ver las inversiones en fondos como posiciones a largo plazo e intentar, en mayor medida, evadirnos de titulares que no ayudan a nuestras carteras de inversión.
Hasta aquí hemos hablado de factores humanos y macroeconómicos que una inversión lleva implícita. Prosigamos ahora viendo qué consideraciones debemos estudiar cuando tenemos claro el estilo o la categoría del fondo a invertir.
Para el análisis de los fondos, en el equipo de selección y análisis de fondos externos al cual pertenezco, nos apoyamos en herramientas de análisis y monitorización de muchas variables cuantitativas. Gracias a Morningstar y siguiendo métricas cuantitativas, buscamos, seleccionamos y comparamos las estrategias que puedan existir de todo el universo UCIT’s para un determinado Peer Group o asset class. Los principales filtros que aplicamos, en un primer screening, son: la rentabilidad del fondo en diferentes periodos, el riesgo o volatilidad inherente que ha vivido la estrategia, los volúmenes de inflows/outflows, los drawdowns, la liquidez y las prácticas ESG que aplica la gestora en particular.
Una premisa que valoramos mucho es que el gestor sea capaz de generar alfa a lo largo de todo un ciclo económico, y esto se consigue con un buen expertise y el conocimiento adquirido durante años. Si entramos a valorar cualitativamente un fondo, estudiamos el comportamiento del fondo en un intervalo suficientemente largo para ver cómo ha gestionado los diferentes escenarios económicos, y a más transparencia y fluidez en las explicaciones, más confianza nos da el equipo gestor.
Como decía, Morningstar es una herramienta muy valiosa, y ésta nos ayuda a controlar la liquidez de los fondos, y para nosotros es muy relevante que el equipo gestor respete en su estrategia los niveles de liquidez. Controlamos semanalmente los flujos que tienen los fondos, la valoración y el grado de liquidez de los activos que componen la cartera, entre otros factores. Hace ya dos años vivimos un episodio de sell-off masivo de posiciones que provocó que muchos inversores entraran en pánico, y solo los fondos mejor gestionados y con activos financieros más líquidos, pudieron controlar y amortiguar mejor ese impacto tan abrupto. Actualmente, esta situación la estamos viviendo, pero no es un pánico como tal, el mercado tiene liquidez suficiente pero se está produciendo un traspaso de posiciones de fondos de crecimiento a fondos más blend/value, buscando estrategias algo más defensivas y conservadoras que sean capaces de amortiguar mejor la volatilidad actual, que no da respiro. También estamos viendo bastante demanda de fondos alternativos que sean capaces de generar alfa con volatilidades controladas invirtiendo en estrategias Long/Short Equity o en Long/Short Credit.
En resumen, el análisis de un fondo debería ser igual de importante que estudiar bien la coyuntura económica del momento, como el perfil de riesgo del cliente. Sólo así podremos asesorar de la mejor manera a nuestros clientes para que estén tranquilos con sus inversiones y sean capaces de abstraerse, en cierto modo, del ruido de mercado.