En este artículo te ofrecemos todo lo necesario para que comprendas qué es el valor liquidativo de un fondo y por qué es un concepto importante de cara a tus inversiones.
Un fondo de inversión es un patrimonio conjunto. Y dicho patrimonio está dividido en participaciones. Los dueños de dichas participaciones son los inversores del fondo. Ergo, un fondo de inversión pertenece a los inversores. Sin embargo, no tiene personalidad jurídica propia.
La sociedad gestora es la que representa y gestiona las inversiones: administra el fondo. La propiedad es de los inversores, pero esta entidad es la que tiene potestad para invertir y gestionar dicho patrimonio conjunto.
Entonces, ¿qué valor tienen las participaciones y cómo se calcula?, ¿cómo se valora el patrimonio de un fondo de inversión?, ¿cómo se calcula su rentabilidad?
Para ello debemos atender a un concepto importante. Propio de las inversiones en fondos: El valor liquidativo de un fondo de inversión.
Por ejemplo, si fuésemos la sociedad gestora y decidiésemos liquidar el fondo de inversión; lo que significa deshacer todas las inversiones en una fecha determinada y transformarlo todo en dinero, ¿cuánto de este dinero correspondería a cada ahorrador?
Lógicamente, estaría en función del número de participaciones que tuviese y el valor de dichas participaciones.
De forma muy resumida, esto es lo que significa el valor liquidativo de un fondo de inversión: es el valor de cada una de las participaciones del fondo.
En textos anteriores explicamos el funcionamiento de un fondo de inversión. Puedes comprobarlo en el artículo ¿Cómo funcionan los fondos de inversión?
En resumidas cuentas, básicamente un fondo de inversión es el resultado de agregar el capital de múltiples ahorradores para ser invertido según unas políticas determinadas. Dichas políticas son conocidas por los ahorradores de antemano.
Para poder invertir en fondos de inversión, las sociedades gestoras emiten participaciones de dicho fondo. De ahí proviene el nombre de “partícipes” que se les da a los inversores en fondos de inversión.
Un inversor tan sólo tiene que comprar participaciones del fondo en el cual esté interesado y pasa a ser partícipe de dicho fondo. Es decir, su capital pasa a formar parte del patrimonio del fono y el gestor (personal de la sociedad gestora) lo invierte o administra según las políticas que el propio partícipe conoce (por ello decide invertir en el mencionado fondo de inversión).
Ahora bien, vamos a definir con exactitud qué son las participaciones de un fondo.
Las participaciones de un fondo de inversión son la unidad en la cual cualquier ahorrador puede invertir; aunque también es posible suscribir fracciones de participación.
En términos exactos, una participación es cada una de las partes iguales en las que se divide el patrimonio de un fondo de inversión. Son estas partes las que se compran y se venden a la hora de querer invertir o desinvertir en un fondo de inversión.
Las participaciones tienen la consideración de valor negociable (es decir, se pueden comprar y vender libremente), pero no se negocian en un mercado organizado (como una Bolsa de Valores).
Normalmente se representan como anotaciones en cuenta (al igual que las acciones y otros títulos negociables). Pero también pueden ser certificados físicos nominativos.
A la compra de participaciones se le denomina “suscripción”. Al igual que a las retiradas de efectivo de un fondo o venta de participaciones se le llama “reembolso”.
El caso es que la sociedad gestora del fondo garantiza la contrapartida en la suscripción y reembolso de participaciones. Es por esto que podemos afirmar que los fondos de inversión tienen una total liquidez. Siempre que queramos comprar participaciones, habrá vendedor. Del mismo modo que siempre que queramos venderlas, habrá vendedor. La gestora actúa como contrapartida en caso necesario.
La cuestión es que siempre puedes comprar y/o vender la cantidad de participaciones que desees, en cualquier momento (salvo algunos fondos con características especiales).
Cabe reseñar que no todos los activos y productos financieros tienen esta ventaja para el inversor.
Ahora es cuando viene la pregunta estrella: ¿y a qué precio se compran y/o se venden las participaciones?
En realidad, el precio de las participaciones de un fondo de inversión es a lo que llamamos el “valor liquidativo”. Te explicamos por qué.
El valor liquidativo de un fondo de inversión o el valor liquidativo de sus participaciones es el precio que tiene si decidiésemos “liquidar” dicho fondo. Es decir, vender todas las participaciones y hacer efectivo el fondo.
Si un fondo tiene un patrimonio de “X” (calculado a precio de mercado) y tiene “Y” participaciones, entonces el valor de cada una de ellas será X/Y… ¿No?
En otras palabras, el valor liquidativo se calcula dividiendo la valoración del patrimonio total del fondo en un día concreto entre el número de participaciones en circulación.
Valor liquidativo = valor del patrimonio a precio de mercado/número de participaciones en circulación.
En este punto te habrás fijado que el patrimonio del fondo es variable, a priori según las suscripciones o reembolsos de participaciones por parte de los fondistas.
Sin embargo, estas operaciones no afectan al valor liquidativo del fondo.
Esto se debe a que se emiten o se cancelan participaciones a la vez que se aumenta o reduce el patrimonio. Por consiguiente, el valor liquidativo del fondo se mantiene igual con las nuevas aportaciones y retiradas de dinero que puedan existir.
Las nuevas suscripciones o reembolsos son operaciones que afectan al patrimonio total del fondo, pero no al valor liquidativo de las participaciones. Puesto que a la par que aumenta o disminuye el patrimonio, aumenta o disminuye el número de participaciones… Con lo cual, el valor liquidativo permanece constante (patrimonio del fondo/número de participaciones).
La sociedad gestora tiene capacidad para emitir y/o retirar participaciones, en función de las suscripciones y/o reembolsos.
Sin embargo, lo que sí determina el valor liquidativo es la evolución de los precios de mercado de los activos en los que el fondo invierte, haciendo que el patrimonio no tenga el mismo valor todos los días.
El patrimonio de un fondo de inversión se realiza valorando cada uno de los activos que componen la cartera de dicho fondo en base a los precios que se publican en los Boletines de los Mercados Oficiales.
Así se calcula el patrimonio de un fondo. Dicho patrimonio se divide entre el número de participaciones existentes y como resultado se obtiene el valor liquidativo de cada una de las participaciones.
Puesto que el patrimonio del fondo tiene un valor variable, las participaciones, cómo partes de dicho patrimonio, también varían de precio.
Por consiguiente, el valor liquidativo de una participación es el precio de la misma un día determinado, puesto que el valor liquidativo se calcula diariamente, al cierre de los mercados financieros. Después, su cálculo se publica al día siguiente.
Los fondos tradicionales calculan el valor liquidativo diariamente. Sin embargo, existen otro tipo de Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) que, debido a su naturaleza, pueden calcular el valor liquidativo en temporalidades superiores (meses, trimestres, etc.).
A la hora de suscribir o reembolsar participaciones de un fondo de inversión, el valor liquidativo al cual se suscriben o se reembolsan dichas participaciones puede ser el correspondiente al mismo día de la solicitud (el cual se publicará el día siguiente) o bien puede ser el del día siguiente a la solicitud (que se publicará dos días después).
Esta información viene recogida en el folleto informativo del fondo, documento que debe ser leído y comprendido por el futuro partícipe.
En un principio, conocer el valor liquidativo de un fondo es necesario para calcular la rentabilidad que se obtiene por la inversión. También para calcular la rentabilidad que ofrece un fondo para decidir si colocamos nuestro dinero en él.
Para hacernos una idea, la rentabilidad obtenida se calcula como un porcentaje de la variación del valor liquidativo entre la fecha de suscripción y fecha de reembolso.
En otras palabras, a la hora de suscribir participaciones, lo haremos al valor liquidativo que marque en ese momento el fondo. Es decir, si por ejemplo decidimos invertir 1.000 € y cada participación del fondo cuesta 36 (su valor liquidativo); ¿cuantas participaciones conseguiremos comprar?
¿Y si el fondo crece de valor y vendemos (reembolsamos) las participaciones a los pocos años a 67 €? ¿Cuánto habríamos ganado?
Lógicamente, tendríamos una diferencia de 31 por cada participación. Pero, en nuestro ejemplo, tendríamos 27,77 participaciones (si no hubiésemos comprado alguna otra más posteriormente).
De esta forma, nuestra rentabilidad sería:
También es posible determinar la rentabilidad desde una fecha concreta (para ello, tomamos el valor liquidativo de dicha fecha y el actual). De esta forma podemos calcular, entre otras:
Se puede realizar un seguimiento de la evolución de nuestra inversión basándonos en este concepto. De ahí radica su importancia.
Las participaciones en fondos de inversión no tienen otra valoración. No tienen un valor nominal, como ocurre con las acciones y los bonos. Si lo comparamos con uno de estos activos, diremos que es su valor de mercado.
En efecto, el valor liquidativo es el valor de mercado de un fondo de inversión. Para ello se tiene en cuenta el valor de mercado de todo su patrimonio en una determinada fecha y se divide entre las participaciones existentes de dicho fondo de inversión.
A efectos de tributación también tiene su repercusión. Aunque los fondos de inversión no tributan hasta que no se han reembolsado las participaciones debidamente (excluyendo así de tributación los traspasos entre fondos) a la hora de realizar el reembolso se tomará como base los valores liquidativos de la suscripción y de reembolso para el cálculo de la alteración patrimonial.
Imaginemos que el señor Martínez tiene 3.000 euros que ha ido ahorrando durante el año pasado y desea tenerlos invertidos para revalorizarlos, con la seguridad de que podrá retirar sus ahorros tan pronto como decida.
Para ello decide que el producto que le ofrece esas condiciones de liquidez, además de una fiscalidad atractiva (no tributa hasta el reembolso) son los fondos de inversión.
Tras hacer un análisis minucioso de su situación personal, el señor Martínez decide que es un inversor con un perfil de riesgo moderado. No tiene intención de tan sólo mantener el capital contra la inflación, desea una rentabilidad extra a cambio de asumir un riesgo un poco mayor.
Para ello considera que su dinero estaría bien invertido en un fondo de la categoría de renta variable mixta. Un fondo mixto moderado con valores europeos es el ideal para el señor Martínez. Prefiere mantener el equilibrio de la inversión en renta variable y el resto en renta fija para aminorar el riesgo.
Cómo cabe esperar, existe un fondo de inversión adecuado a las pretensiones inversoras del señor Martínez: se trata del Carmignac Patrimoine E EUR Acc.
De la mano de la sociedad gestora Carmignac Gestión, este fondo es discrecional, con una política de gestión activa. Pertenece a la categoría de mixtos moderados EUR- Global.
El caso es que, según la categoría, el horizonte temporal aproximado de la inversión y la política de gestión del fondo, el señor Martínez considera que es el adecuado para él.
El día 06 de septiembre de 2019 el fondo tenía una valoración de su patrimonio de 1,84 millones de euros.
Si en ese momento se liquidara el fondo y se deshiciesen todas sus inversiones, esto es lo que se obtendría en dinero.
No obstante, este patrimonio está dividido en participaciones, cuyo valor liquidativo de cada una de ellas es de 179,16 euros.
El señor Martínez formaliza la solicitud de suscripción de participaciones el mismo día 06 de septiembre. Según lo que indique en el folleto informativo, puede tomarse el valor liquidativo de la misma fecha de solicitud o del día siguiente
Supongamos que, en este día que media, el patrimonio del fondo se revaloriza un 0,61%. Con lo cual, las participaciones del fondo ascienden a 180,25 (179,16 + 61%).
Supongamos que este mismo día se han realizado otras operaciones de suscripción y reembolso por parte de otros partícipes.
En este caso el patrimonio total del fondo puede verse alterado por estas operaciones y no solo la revalorización de la cartera afecta al patrimonio.
Sin embargo, cómo se emiten y se cancelan participaciones en la misma proporción al dinero aportado o retirado, el valor liquidativo de las mismas no se ve alterado por este tipo de operaciones.
Con esto pretendemos expresar que el valor liquidativo fluctúa conforme fluctúa la valoración de la cartera del fondo y no a las suscripciones o reembolsos que puedan existir.
El señor Martínez decide invertir 3.000 euros y suscribe el día 6 de septiembre unas 16,64 participaciones del fondo anteriormente mencionado. Sus 3.000 euros ahora están invertidos. Recordemos que las participaciones son divisibles, es posible suscribir fracciones de participación.
Número de participaciones= importe a invertir/valor liquidativo en fecha de suscripción
Un año más tarde el señor Martínez espera deshacer su inversión con una rentabilidad atractiva. Efectivamente el fondo se ha comportado bien y le ofrece una rentabilidad de un 15% durante tan sólo un ejercicio económico.
Sus objetivos se cumplen y solicita el reembolso de las participaciones al cabo de un año (aproximadamente) cuando alcanzan un valor liquidativo de 207,29 euros (lo cual supone una revalorización de un 15% del valor liquidativo en la fecha de suscripción).
Cómo tenía en su poder unas 16,64 participaciones, la suma a obtener en el reembolso es de 3.449,31 euros. Una plusvalía de 449,31 euros y una rentabilidad de un 15% en un año (en realidad es un 14,97%).
Así es como funciona el valor liquidativo de un fondo de inversión. Las participaciones se compran a un determinado precio y se venden a otro (es decir, a valores liquidativos diferentes). La diferencia entre ambos determina la rentabilidad de la inversión en fondos.