Los fondos value son aquellos que siguen este estilo de inversión, basado en buscar empresas sólidas pero infravaloradas por el mercado. El gestor de los fondos de inversión value lleva a cabo un riguroso análisis fundamental para escoger aquellos activos que cumplan estas condiciones e incorporarlos a su cartera.
Pero ¿son interesantes los fondos value? ¿Te convienen? En este artículo veremos sus ventajas y desventajas.
El estilo de inversión en valor o value investing se ha convertido en toda una institución. Ha sido muy popularizada por el famoso inversor Warren Buffett, pero nació de la mano de las teorías de Benjamin Graham y David Dodd (padres del análisis fundamental).
A priori es sencillo de comprender: se realiza una valoración de los activos, mediante un análisis fundamental. Esta valoración o tasación del activo ofrecer un “precio teórico” o “precio justo” al cual debería cotizar (denominado “valor intrínseco”).
Sin embargo, según esta teoría de inversión, el mercado no suele ser eficiente; el precio no es más que la consecuencia de cómo actúa la oferta y la demanda. Precio y valor difieren.
Así pues, la idea es adquirir activos financieros de calidad, que tengan buenos fundamentales, pero que, por cualquier circunstancia, el mercado las ha castigado y se encuentran muy infravalorados en el mercado, como mínimo un 33% más baratos de su valor intrínseco.
¿Qué sucede después? Simplemente se trata de esperar. El mercado, en el corto plazo puede fluctuar violentamente, pero en el largo plazo tiende a ajustar el precio con el valor.
Un ejemplo muy claro podemos observarlo en las consecuencias que tuvo para el mercado de valores la crisis del coronavirus (COVID-19) a principios de 2020. ¿Acaso las empresas perdieron calidad?
En absoluto. Simplemente pueden ver mermados sus beneficios durante un período de tiempo y por un factor puntual (externo). En todo caso, el mercado sobrerreaccionó (como suele ser lo común en él).
Con el paso del tiempo, el precio de las las acciones y los bonos de empresas que realmente tengan un buen valor intrínseco irá ajustándose (si no cambian sus fundamentales y su valoración).
Los fondos value se caracterizan por el hecho de que sus gestores siguen la filosofía de inversión en valor: comprar unos determinados valores a precio de ganga y mantenerlos en cartera durante un largo período de tiempo, puesto que es a estos horizontes cuando se dejan ver los beneficios de la inversión en valor.
En el largo plazo, si no se deterioran sus fundamentales, los activos tienden a apreciarse en el mercado.
No es que exista una amplia gama de fondos de inversión value, es que hasta incluso puedes encontrar sociedades gestoras que siguen esta filosofía de inversión. El ejemplo más claro quizá sea Cobas Asset Management, al frente de esta firma de gestión de activos se encuentra Francisco García Paramés (considerado como el Warren Buffett español).
El trabajo del gestor, su capacidad de análisis, estudio de valores, decisión y fuerza psicológica para invertir cuando todos están vendiendo (si unas determinadas acciones cotizan baratas es porque se han producido ventas y se ha depreciado en el mercado) es importante. Existen fondos value que, en caso de cambiar al gestor, supondría un cambio sustancial en la política de gestión.
Los títulos en los que suelen invertir los fondos value son emitidos por compañías de industrias maduras y su forma de generar ingresos debe ser fácilmente comprensible, debido a que son más fáciles de valorar por los métodos tradicionales.
Por este motivo, no es común que los fondos value incorporen a sus carteras acciones de corte tecnológico (pueden estar presentes, pero lo natural es que tengan un peso minoritario en la cartera).
No es posible ofrecer una única respuesta, dado que, cada estrategia es apta para un tipo de inversor.
En principio, la inversión en valor muestra crecimiento en el largo plazo y representa una forma de invertir considerada como de menor riesgo frente a otros estilos de inversión. Además, en términos absolutos, la rentabilidad obtenida ajustada al riesgo es una de las ventajas de la inversión en valor.
Sin embargo, invertir bajo esta filosofía no es una forma que haya sido capaz de batir al mercado en la última década, como así lo demuestra la evolución del MSCI World Value Index en relación al MSCI World Index.
Fuente: MSCI
No obstante, el índice MSCI World Index toma como referencia empresas de mediana y gran capitalización bursátil pertenecientes a países desarrollados; y el MSCI World Value tan sólo toma aquellas que se encuentran infravaloradas dentro de este índice. Dejando fuera todo el universo de acciones de pequeña capitalización bursátil y mercados emergentes.
Otra de las ventajas de este estilo de inversión son los bajos costos en comisiones, puesto que la cartera tiene una baja rotación y el gasto operativo se reduce sustancialmente.
En síntesis, los fondos value son aptos para inversores que busquen una cartera sólida y capaz de ofrecer rentabilidad en el largo plazo. No obstante, en la mayor parte de las ocasiones, los fondos value no logran batir al mercado.
Para seguir con nuestro análisis, tomamos como ejemplo el Schroder International Selection Fund Global Recovery, un producto que sigue un disciplinado enfoque value y perteneciente a la categoría de renta variable global y flexible en cuanto a la capitalización bursátil de las empresas en las que invierte.
Asimismo, el Global Recovery de Schroder busca superar al índice MSCI World Total Return (versión del índice que incluye los dividendos repartidos) en el período de entre 3 y 5 años, a través de la búsqueda y selección de empresas que han experimentado un retroceso en el precio de sus acciones (compañías infravaloradas en el mercado).
Podemos comprobar cómo este fondo arroja las siguientes rentabilidades:
Sin embargo, a pesar de estos rendimientos, la evolución del fondo no ha sido todo lo satisfactoria que debiera: no logra batir ni a su índice de referencia y ligeramente inferior al MSCI World Value Net Total Return.
¿A qué puede deberse el hecho de que este fondo quede por debajo de su índice de referencia? Cuando se lleva a cabo una gestión activa, la cartera del fondo no replica al mercado, puesto que intenta batirlo. En caso de no conseguirlo, sencillamente es porque no han escogido los adecuados.
Bien es cierto que los fondos value deben ceñirse a su filosofía de inversión y, si existen acciones con fuerte crecimiento potencial pero no se encuentran infravaloradas, no se incluyen a la cartera.
Si observamos la composición sectorial del Schroder Global Recovery, obtendremos algunas claves. Estos son los cinco principales sectores:
A pesar de que presenta una exposición relevante en el sector de servicios de comunicación y servicios financieros, descuida otros sectores en auge, como los cuidados de la salud (con un 4,49%) o la tecnología (4,80%) ocupan una posición minoritaria.
En el índice MCSI World, el sector de tecnologías de la información tiene un peso del 21,54%. Mientras que la media de la categoría de fondos de renta variable global de capitalización flexible otorga una ponderación del 22,14% a la industria tecnológica.
Ya de por sí, en el índice MSCI World Value, la tecnología ocupa el 9% (tiene casi el doble de peso que en este fondo de inversión).
Este tipo de compañías de gran crecimiento potencial no encajan con los fondos value debido a lo expuesto anteriormente en relación a la dificultad para valorarlas, debido a la velocidad con la que cambia esta industria.