Cómo multiplicar el dinero: Claves para invertir tus ahorros

Las inversiones financieras están al alcance de cualquier persona. Todos podemos multiplicar el dinero si se siguen unos sencillos pasos. En este artículo te damos las claves. 

El primer y único requisito para comenzar a adentrarse en este apasionante mundo es tener un ahorro disponible. No es necesario que sea una gran suma. Incluso, es posible (además de recomendable) ir alimentando nuestras inversiones con pequeñas aportaciones periódicas. En breve te explicamos por qué (entre otras muchas cosas más).

 

¿Cómo puedo multiplicar el dinero si no tengo ahorros?

El paso previo para invertir es ahorrar. Puedes conseguirlo con una correcta gestión de tus finanzas personales.

La economía de una persona o una familia funciona exactamente de la misma forma que si se tratase de una gran empresa e incluso un país. Al final todo se resume a ingresos y gastos. Si los ingresos son mayores que los gastos, quedará un remanente que hará crecer nuestro patrimonio neto (lo que tenemos menos lo que debemos).

Vamos a ver cuatro tips para comenzar con tu plan de ahorro, la base para multiplicar después tu dinero.

 

# 1 Mantén un registro de tus finanzas

Como primer tip acerca del ahorro y la inversión, es imprescindible mantener un registro de todas las transacciones hechas en el día a día. De esta forma, tendrás información para después tomar decisiones acerca de cómo pueden aumentarse los ingresos y reducirse los gastos.

Todo es cuestión de diseñar una estrategia de ahorro, al igual que existen estrategias de inversión. Pero, primero, debemos tener un pleno conocimiento de dónde vienen (o podría venir) y hacia dónde se va el dinero.

Por ejemplo, si hay algún producto o servicio que sea importante para ti, pero te suponga un porcentaje alto de los gastos, puedes buscar otros precios, negociar, comprar al por mayor, etc.

Lo mismo sucede con el lado de los ingresos. Con la irrupción de las nuevas tecnologías se torna más fácil conseguir algún dinero extra (ingresos pasivos e incluso realizar alguna actividad en los ratos libres o fines de semana).

 

#2 Crea un presupuesto

El segundo tip para ahorrar con vistas a multiplicar tu dinero, es el establecer un presupuesto mensual e intentar ceñirnos al mismo. Tener una idea de qué vamos a ingresar, cómo lo vamos a gastar y qué porcentaje podremos destinar al ahorro es importante porque nos marca un rumbo.

Gracias al presupuesto, puedes planificar y anticiparte a los imprevistos y manejar tu dinero con mayor eficacia. También te ayudará en el diseño de estrategias de ahorro, puesto que te permite una monitorización más completa de tus finanzas. Pero, recuerda, los cálculos debes realizarlos con absoluta sinceridad.

 

#3 Amortiza tus deudas lo antes posible

Una parte importante del ahorro es destinar un porcentaje a la cancelación anticipada de las deudas. Esto se debe a que las deudas tienen un coste y, saldarlas lo antes posible, supondrá un ahorro (En el caso de deudas bancarias, ojo con las posibles comisiones de amortización anticipada).

En principio, podrías comenzar por amortizar las deudas con intereses más altos, así el ahorro se hará más notable.

En este artículo puedes descubrir más acerca de las deudas de mala calidad financieras (aquellas que no te reportan ningún beneficio, pero te suponen un alto coste), además de otras decisiones erróneas.

 

#4 Vende los que no utilices

Como colofón, también puedes obtener unos ingresos extra vendiendo aquello que ya no utilices. Existen portales en la Red que te pueden ayudar con esta tarea.

Todos tenemos objetos a los cuales ya no les damos uso. Quizá te parezca que la cantidad a conseguir sea irrisoria, sin embargo, por pequeña que pueda parecer, siempre es un empujón que te hará ganar una mayor confianza y te motivará para seguir ahorrando.

 

Consejos para multiplicar tu dinero

Ahora que has descubierto algunas estrategias sobre cómo ahorrar, es el momento de gestionar ese dinero para multiplicarlo. En el momento en el que uno decide invertir sus ahorros hay 4 aspectos a tener en cuenta.

 

#1 Conócete a ti mismo

Sabiendo cuál es nuestra tolerancia al riesgo a niveles más puramente humanos, no sería inteligente invertir una cantidad que su merma o pérdida pudiera causarnos un malestar.

Por lo tanto, la primera pregunta que debemos resolver es la cantidad que podemos invertir sin que afecte a nuestro bienestar y tranquilidad si la inversión no sale como esperamos.

Si quieres saber más sobre qué tipo de inversor puedes ser, te recomendamos que leas el siguiente artículo: Tipos de inversor financiero: ¿dónde entro yo?

 

#2 Atiende a tu situación personal

Para tal efecto siempre me ha gustado considerar una regla de John D. Rockefeller que propone marcar el rango de inversión restándole a 100% de nuestros ahorros según nuestra edad. Por lo tanto, una persona de 47 años debería invertir como máximo un 53% de sus ahorros.

Lo importante de esta simple regla es que cuanto más jóvenes somos más predisposición al riesgo se debe tener; conforme nos vamos haciendo más mayores, el riesgo debe ser menor.

En este supuesto debemos valorar como edad y riesgo tienen una relación inversamente proporcional que se corresponde completamente con el desarrollo normal económico del ciclo de vida de una persona. Y es por esto por lo que me gusta este sencillo método.

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En este artículo se muestran estrategias y planes de inversión para diferentes horizontes temporales, invertir el dinero en 1,5 y 10 años vista.

Al igual que sucede con la edad, hay ciertos aspectos personales que tal vez te condicionen. Por ejemplo, una mayor o menor carga de responsabilidades familiares, la estabilidad laboral, capacidad para conseguir ingresos, etc.

Además de conocerte a ti mismo, también debes atender a las circunstancias externas (tu edad es una de las más importantes).

 

#3 Plantea tu expectativa de rentabilidad

Como regla básica deberemos plantearnos una rentabilidad del 2% anual por tal de preservar el poder adquisitivo de nuestra inversión: esto se extrae del consenso del promedio de inflación del 2% anual.

Por lo tanto, entenderíamos que sólo las inversiones que puedan ofrecernos más de un 2% nos suponen un incremento real de nuestro capital.

En cuanto a la rentabilidad debemos tener muy en cuenta un binomio que se relaciona con una proporcionalidad directa. Este binomio es el de rentabilidad-riesgo: a más riesgo más potencial de rentabilidad y a la inversa.

Así pues, para determinar la rentabilidad deberemos tener en cuenta el riesgo que podemos o queremos asumir teniendo en cuenta que un alto riesgo pone en más peligro nuestra inversión y que menos rentabilidad pone nuestro dinero invertido en menos peligro.

 

#4 Escoge el vehículo de inversión adecuado

Por último, deberíamos elegir ese de fondo de inversión que mejor se adapte a nuestras necesidades y voluntades, dirigiendo nuestra elección a aquellos fondos que mejor se adecuen a nuestro bienestar presente y futuro, cumpliendo nuestro objetivo de rentabilidad y respetando nuestro nivel de riesgo aceptable.

No es el mismo riesgo el que asume un fondo para ofrecer el 5% de rentabilidad que el riesgo que asume un fondo con un objetivo del 20% de rentabilidad anual.

En conclusión, es nuestra obligación conocernos fielmente para saber cuál es el riesgo que estamos dispuestos a asumir para conseguir el nivel de rentabilidad deseado. Para ello encontramos multitud de fondos de inversión que ofrecen productos adecuados a cualquier perfil de inversor.

Pero si lo prefieres, existen plataformas automatizadas que hacen este trabajo por ti de forma mucho más competitiva en costes y efectiva gracias a la inteligencia de la tecnología aplicada a las finanzas, tal como hace Fondos.com.

Juan Puente - CEO
Juan Puente - CEO
CEO y Cofundador de Fondos.com

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