Los fondos de inversión de retorno absoluto rompen con todos los moldes. Esta categoría trata de conseguir rentabilidad con independencia de lo que puedan hacer los mercados financieros.
Un fondo de inversión está compuesto por una cartera de activos, con la particularidad de que se trata de una inversión colectiva y no una cartera individual. Cualquier persona puede participar en el fondo, destinando su capital al mismo mediante la compra de participaciones.
Los fondos de inversión se subdividen en diversas categorías y subcategorías, dependiendo de su vocación inversora y, por consiguiente, su riesgo. Esta subdivisión tiene como objeto que cualquier inversor pueda clasificarlos y saber dónde invierte su dinero.
Todo esto nos lleva a concluir que un fondo de inversión tiene una filosofía inversora determinada. De esta forma, el fondo estará correlacionado, en mayor o menor medida, con algún mercado financiero; en el cual invierte toda o una buena proporción de su cartera.
De hecho, se suelen medir con respecto a un índice de referencia de mercado (también llamado “benchmark”). La evolución del benchmark determina una parte de comportamiento del fondo, la otra parte depende de cómo el gestor haya seleccionado y combinado los activos. Los bechmarks se utilizan para realizar comparaciones, establecer objetivos y saber si el gestor ha hecho un buen trabajo.
Sin embargo, existe una categoría de fondos que logran eliminar la correlación existente con los mercados financieros: los fondos de inversión de retorno absoluto.
Este tipo de fondos no depende de ningún índice de referencia. Veamos en qué consisten y cómo funcionan.
Pongamos un ejemplo, si lo que se pretende es invertir en bolsa española y construir una cartera diversificada en este mercado, debemos acudir a la categoría de fondos de inversión de renta variable España. Podríamos, por ejemplo, seleccionar el Fidelity Iberia Fund.
El Iberia Fund no sólo invierte en renta variable española, también coloca su capital en acciones portuguesas (abarca toda la zona de Iberia). No obstante, su mercado principal es España, por este motivo, entra en la categoría de renta variable España. Un ejemplo de cómo suele haber un mercado principal para un fondo de inversión.
Con una rentabilidad anualizada de un 5,41% en los últimos tres años, este fondo de acumulación, presentado por la gestora Fidelity International, se posiciona como el número 8 entre los 82 fondos que componen su categoría.
Su cartera está compuesta por los siguientes activos (indicamos sus 10 mayores posiciones y el porcentaje de cartera):
Simplemente en estas diez posiciones el fondo tiene invertido más de la mitad de su patrimonio (un 56,62%). Como se puede observar, todas son acciones españolas.
Podríamos pensar que su índice de referencia es el Ibex 35, no obstante, el fondo toma otro benchmark: El MSCI Spain en un 80% y el MSCI Portugal en un 20%.
MSCI Inc. (Morgan Stanley Capital International) es una agencia de la firma Morgan Stanley. Entre otros servicios, elabora índices para ser utilizados como benchmark. Los fondos de inversión suelen utilizar a menudo los índices MSCI como referencia.
En el caso de nuestro ejemplo, Fidelity ha optado por el MSCI Spain en lugar del Ibex 35. De todos modos, el comportamiento de ambos es similar, tal y como podemos comprobar en el siguiente gráfico comparativo.
Si se invierte en un fondo de renta variable europea, la inversión adquiere una mayor dimensión geográfica y las posiciones de la cartera no corresponderían a un único mercado. Aun así, dependería también de la evolución del euro, las decisiones del Banco Central Europeo y los asuntos que puedan afectar a la eurozona. Su benchmark podría ser el MSCI Europe; o quizá el Eurostoxx 50.
La máxima diversificación geográfica la podemos encontrar en los fondos globales (adquieren activos de cualquier parte del planeta). En el caso de los fondos de renta variable global, el índice de referencia podría ser el MSCI World.
En definitiva, siempre estará correlacionado con algún mercado de referencia y tendrá un benchmark. El comportamiento de cualquier fondo tradicional está supeditado (en mayor o menor proporción) a la evolución de su mercado de referencia (incluso los fondos de renta fija).
Ahora nos debemos preguntar: ¿Existe alguna forma de suprimir el impacto que tiene el comportamiento del mercado de referencia en la rentabilidad del fondo? La categoría de fondos de inversión de retorno absoluto lo hacen posible.
Los fondos de inversión de retorno absoluto se caracterizan porque tienen un objetivo determinado de rentabilidad y riesgo; independientemente de la evolución de los activos que componen su cartera en los mercados financieros.
Vale la pena recordar que los objetivos no están garantizados (para ello existe otra categoría de fondos, denominada precisamente “fondos garantizados”).
En otras palabras: Son fondos de inversión que logran desvincularse de la dirección que pueda tomar el mercado. Los rendimientos que generan estos fondos únicamente dependen de la pericia del gestor.
Pase lo que pase en los mercados financieros, el fondo tratará de alcanzar rentabilidades positivas. Esto implica que el fondo no puede tener un índice de referencia con el que compararse.
El primer requisito que deben cumplir los fondos de retorno absoluto es tener una gran flexibilidad en su gestión.
No pueden estar encorsetados en una política inversora concreta, deben tener capacidad para escoger todo tipo de activos (incluyendo derivados financieros) y establecer múltiples estrategias de inversión.
Suelen llevar a cabo estrategias de gestión alternativa, como “Relative Value” y “Market Neutral”. A menudo abordan una estrategia denominada “Long/Short”.
Es decir, son fondos de inversión que tienen capacidad para adoptar posiciones largas y cortas en los mercados financieros:
A partir de aquí, el gestor define los activos a escoger, sus ponderaciones, las correlaciones existentes entre ellos, las posiciones cortas o largas, el apalancamiento y demás herramientas de la gestión de inversión con el objetivo de eliminar de la ecuación la el comportamiento de los activos en el mercado.
Los fondos de inversión de retorno absoluto suelen centrarse en reducir la volatilidad. La experiencia y habilidad del gestor adquiere una gran importancia en esta categoría de fondos. Las fluctuaciones de los precios no tienen apenas incidencia y no es motivo de preocupación para el inversor. Son útiles para diversificar una cesta de fondos y reducir el riesgo de la inversión global.