Martín Huete, conocido asesor de inversiones en España, declara sin tapujos:
Las comisiones que se pagan por la gestión activa no compensan la rentabilidad obtenida y son muy elevadas.
Viene a ser lo que, en cierta manera, dijo también Warren Buffett, uno de los mayores (y mejores) inversores del planeta: retó, por carta, a que cualquier gestor de inversiones sofisticado, o de alto postín, encuentre un fondo de inversión cuyo rendimiento medio supere, en 10 años, el de un fondo low cost que se limitara a seguir pasivamente un índice bursátil.
En Fondos.com estamos de acuerdo en lo que ese reto significa: está demostrado empíricamente que la gestión activa a más de diez años no sale rentable, y que sólo un 5% de todos los fondos de inversión baten a su índice de referencia. Cinco de cada cien.
La cruda realidad es que a muy pocos les va a compensar buscar un gestor de fondos que le obtenga resultados excelentes. Para un inversor normal y corriente, pues, lo más eficiente es invertir en una cartera global de gestión pasiva, que siga a uno o varios índices, la llamada gestión pasiva. Barata y eficiente.
Sólo un gestor aceptó el reto, como era de esperar, y el resultado demostró una vez más que el fondo basado en el índice bursátil americano triplicó retornos anuales respecto a esos fondos gestionados activamente por asesores estrella. Ni uno solo de esos fondos, activamente tratados, escogidos con cuidado, fue capaz de batir la gestión pasiva.
En Fondos.com no nos sorprende, por supuesto. En nuestra experiencia, podemos contar con los dedos de una mano a los poquísimos inversores capaces de tener mejores resultados que los fondos basados en índices.
Por eso estamos donde estamos y presentamos nuestra propuesta de gestión pasiva a bajo coste. Lo que sí nos sigue sorprendiendo es la cantidad de personas que siguen insistiendo en invertir dinero a través de gestores activos.
El problema está en la percepción: la creencia de que pagando más, conseguirás más (proviene de una cierta lógica cuando hablamos de una casa, un coche o ropa, por ejemplo, pero cae el mito si hablamos de inversiones).
Cuanto más estrella sea un gestor, cuanto más rico sea, más caro será, tanto en precio por servicios como en comisiones, cosa que afecta al retorno neto. Incluso aunque tomen decisiones estrella, o parezcan brillantes vistos desde fuera, cuidado: si no compensan los altos costes con retornos milagrosos, muy posiblemente no valga la pena.
Dada la eficiencia de los mercados financieros, es imposible para un gestor conseguir de forma consistente una rentabilidad más alta que la rentabilidad media del mercado. Y muchos economistas y gestores están cada vez más de acuerdo en esto.
Como consecuencia, la rentabilidad del ahorro en España es muy baja. Por ejemplo, según el estudio de Pablo Fernández y Javier del Campo (IESE, 2010), la rentabilidad de los fondos de inversión en España se sitúa un 3,4% de promedio por debajo de su índice de referencia. Eso es anualmente. Querido lector, léalo dos veces. Un 3,4% por debajo del índice de referencia.
Las razones son varias. La gestión patrimonial en España está muy bancarizada, con lo que tiene dos grandes problemas: en primer lugar, un evidente conflicto de interés (pues el banco vende sus productos antes que asesora), y en segundo, unos costes elevados (pues hay una estructura bancaria por sufragar).
Otra razón es el mercado en sí, que sólo reacciona a la información nueva, que por definición es impredecible.
Veamos un ejemplo práctico: invertir en una empresa o en un fondo que es bueno, y que todo el mundo sabe que es bueno, por lo que se paga el precio que refleja esa información. Ese fondo, no obstante, sube cuando sorprende, es decir, cuando crece más de lo que se esperaba. Eso no se puede predecir. Podría pasar, o podría no pasar. Por ello es imposible que un gestor venza al mercado una y otra vez. Vencerá una vez, y luego otra, pero no de forma consistente y casi nunca a largo plazo.
En España se invierte como si no existiera una cartera de inversiones de bajo coste, se invierte como si la gestión pasiva fuera un rumor lejano.
Se pagan comisiones altísimas, se da trabajo a gestores superestrella, mediáticos, que tienen Instagram y hacen deporte y proyectan la imagen de lujo y riqueza, y al final se logra, con suerte, un retorno mínimo.
Se paga por entrar (hasta un 5%), por salir (hasta otro 5%), por la gestión (hasta un 2,25% anual) y por los beneficios (hasta el 18%). ¿Cuántos gestores valen ese precio? Muy pocos.
La gestión pasiva lleva décadas triunfando en otros países, y es una práctica generalizada. Sin embargo, sólo recientemente están entrando en España, con cuentagotas, algunos fondos low cost de gestión pasiva o indexada.
Fondos.com es uno de ellos y tiene aspiraciones de establecerse como referencia de esa nueva forma de invertir: eficiencia internacional, rendimiento a largo plazo, bajas comisiones e indización. El rendimiento a obtener es inalcanzable para cualquier gestor activo.