¿Te gustaría invertir simultáneamente en activos emitidos en varios países? Esta es sólo una de las ventajas que pueden ofrecerte los fondos globales.
Dentro de todo el universo de fondos de inversión, los fondos globales destacan por la diversificación geográfica que ofrecen al inversor, reduciendo así el riesgo inherente a las condiciones políticas y económicas de una zona concreta (por ejemplo, Europa). Un fondo global se caracteriza por tener una amplia flexibilidad a la hora de componer su cartera, aunque suelen seguir unas directrices (mucho más amplias que una estrategia concreta) para reducir la incertidumbre de sus partícipes. Esto provoca que los fondos globales tengan una serie de ventajas, pero recordemos que todo depende de los objetivos del ahorrador y de su perfil de riesgo.
Vamos a tratar más pormenorizadamente lo que acabamos de exponer: qué son los fondos globales y cuáles son sus ventajas.
¿Qué son los fondos globales?
INVERCO (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva) define a los fondos globales como “aquellos cuya política de inversión no encaja en ninguna de las vocaciones señaladas anteriormente”.
Dicho de otro modo: es el cajón de sastre (que no cajón desastre) de las categorías de fondos de inversión.
Una categoría se establece para poder clasificar a los fondos. Agrupa a diversos fondos de inversión que comparten una serie de características básicas. Principalmente, la política de inversión de un fondo (la intencionalidad de los gestores para invertir en una u otra clase de activos financieros) es lo que define su categoría (después se pueden subdividir). De esta manera, se define en primera instancia el riesgo que el fondo está dispuesto a asumir. Las categorías también hacen posible comparar entre sí los fondos a los que integra.
Sin embargo, hay otro tipo de fondos que no tienen una política de inversión definida. No pueden catalogarse dentro de una categoría establecida. No tienen fijado de antemano qué máximo porcentaje de su patrimonio van a destinar a una clase de activos o no tienen por qué definir la divisa en la que están denominados, ni tan siquiera la distribución geográfica de sus inversiones. Este tipo de fondos son los llamados “fondos globales”.
Cuando hablamos de fondos globales nos referimos a que no tienen la obligación estricta de seguir una política determinada, por consiguiente, nos podemos imaginar lo heterogénea que puede llegar a ser esta categoría y la diferencia de riesgo que puede existir entre un fondo global y otro. Sin embargo, con motivo de que el ahorrador conozca el nivel de riesgo que asume, generalmente siguen una estrategia más o menos definida, aunque muy flexible. El nivel de riesgo no es tan concreto, pero puede ser conocido y controlado.
Así pues, dentro de los fondos globales podemos establecer una serie de subcategorías:
- Fondos globales de renta fija.
- Fondos globales de renta variable.
- Fondos globales mixtos (defensivos, moderados y dinámicos).
¿Cuáles son sus ventajas?
Como nos podemos imaginar, este tipo de fondos cuenta con una serie de características propias, como por ejemplo la gran diversificación y la flexibilidad a la hora de asignar activos en su cartera.
La diversificación geográfica es una de las mayores ventajas de un fondo global, puesto que tienen facultad para invertir en activos de todo el mundo. Son capaces de conseguir rentabilidad a través de la inversión en distintas regiones geográficas, reduciendo también el riesgo en este sentido.
Cuando un fondo de inversión adquiere una categoría, debe cumplir forzosamente con la política en cuanto a inversiones que se ha determinado; en su reglamento figura dicha política. Este hecho supone que, en determinadas circunstancias, no puedan optimizar la inversión todo lo que el gestor quisiera. Precisamente los fondos globales se diseñaron para eliminar este obstáculo.
¿Quiere decir esto que los otros tipos de fondos no optimizan su cartera?
No es lo que pretendemos decir: simplemente el gestor no puede invertir en activos diferentes a los marcados en su política de inversión (o no superar un porcentaje máximo) y hay momentos en los que estos activos pueden resultar interesantes. Ahora bien, puede que con el cambio de cartera también se aumente el riesgo. La ventaja de los fondos globales es que siempre tratan de conseguir la máxima rentabilidad sin disparar el riesgo.
Por poner un ejemplo, un fondo global puede tener un 80% de su patrimonio invertido en activos refugio, como podrían ser bonos alemanes y bonos estadounidenses. Le es posible porque no tiene predefinida una zona geográfica para invertir (mientras que un fondo de renta fija cuya estrategia sea la deuda pública europea no podrá invertir en bonos de Estados Unidos).
Esta estrategia es viable si se espera el apocalipsis en los mercados financieros: son activos extremadamente conservadores. Ante la incertidumbre en la economía, este tipo de títulos (poco rentables, por cierto) son una de las mejores opciones.
Sin embargo, al año siguiente, cuando la incertidumbre se haya disipado y se espere un mayor crecimiento económico, el fondo global tiene plena capacidad para deshacer su cartera de bonos e invertir en activos más rentables, por ejemplo, deuda privada (si se trata de un fondo global de renta fija). El riesgo aumentaría, pero no en demasía; no sobrepasa los niveles propios de la renta fija.
Por supuesto, habrá inversores que sean fieles a los bonos refugio (deuda pública). Este tipo de inversores no tendrán necesidad de traspasar sus ahorros a otros activos más rentables porque su estrategia, sus objetivos o su tolerancia al riesgo no lo contempla así.
También sucederá lo contrario, habrá otros inversores que pretendan conseguir una mayor rentabilidad aprovechando las circunstancias económicas que se puedan dar en el presente, aunque ello implique un aumento del riesgo (siempre dentro de un nivel de riesgo acorde a su perfil). En este último caso, los fondos globales son los que mayores ventajas pueden ofrecer debido a su flexibilidad.
Lo que pretendemos expresar con este ejemplo es que otra de las grandes ventajas de los fondos globales es la flexibilidad que tienen. Pero no significa que las otras categorías de fondos no sean útiles para mantener una estrategia más concreta y un nivel de riesgo más definido.
Ejemplo de fondos globales
A continuación, vamos a tratar lo dicho hasta el momento a través de un ejemplo real. Vamos a analizar uno de los mejores fondos globales existentes, dentro de la subcategoría de renta fija global: el Templeton Global Bond Fund.
Con una rentabilidad anualizada en los últimos tres años de un 5,32%, este fondo cuenta con cinco estrellas en el rating Morningstar.
¿Cuál es el objetivo de este fondo?
“La generación de rentas altas y la apreciación del capital invirtiendo en títulos de renta fija emitidos por gobiernos y compañías de todo el mundo.”
Ni más ni menos que lo que hemos expuesto: se trata de un fondo de renta fija; sí, no vamos a tener acciones en la cartera y el riesgo propio de la renta variable no nos va a afectar. Pero puede invertir en cualquier clase de título de esta naturaleza, tanto de deuda pública como privada, emitida en cualquier divisa y perteneciente a cualquier país. Tampoco está limitado el plazo ni el nivel de riesgo crediticio. El fondo trata de buscar rentabilidad, reduciendo el riesgo a través de la diversificación en activos de renta fija.
Sólo hay que ver algunas de sus mayores posiciones de cartera:
- Bancos Federales de Préstamos Hipotecarios (4,97%).
Nota: se trata de 11 bancos patrocinados por el Gobierno de los Estados Unido (sistema fundado por el Congreso en 1932). Estas instituciones aportan liquidez para financiar la vivienda.
- Títulos de la República de Corea (4,77%).
- Títulos de México (4,31%).
- Títulos de Tesoro Nacional de Brasil (4,24%).
Sintetizando, la diversificación geográfica y la flexibilidad a la hora de componer la cartera son las dos características generales de los fondos globales, como podemos observar con este ejemplo del Templeton Global Bond Fund.