Para comenzar esta guía de cómo funcionan los fondos de inversión, en primer lugar deberíamos partir de una explicación técnica sobre estos productos financieros.
De este modo, al tener presente sus características inherentes a su propia naturaleza serán más comprensibles los aspectos básicos de funcionamiento de los fondos de inversión.
Sin más dilación, entraremos en materia explicando como primer punto lo que significa un fondo de inversión.
Un fondo de inversión es un instrumento financiero del cual se dispone para invertir en mercados y así obtener una rentabilidad por nuestros ahorros (podríamos llamarle en este caso: vehículo de inversión) que pertenece a la familia de las Instituciones de Inversión Colectiva.
A su vez, las Instituciones de Inversión Colectiva tienen como objeto la puesta en común de los recursos de múltiples ahorradores con el fin de gestionarlos e invertirlos según una determinada política que el inversor conoce de antemano.
Ergo, un fondo de inversión se puede definir (como su propio nombre indica) como un fondo, una masa monetaria conseguida por la puesta en común del capital de distintos y variados inversores.
La nota característica de un fondo de inversión es que no tiene personalidad jurídica propia. Únicamente es el patrimonio resultante de las aportaciones llevadas a cabo por una pluralidad de inversores. Esto lo diferencia del resto de Instituciones de Inversión Colectiva.
El objetivo general de un fondo de inversión es proporcionar un rendimiento a todos aquellos inversores que han decidido aportar capital (son los partícipes del fondo).
Entonces, quizá se pregunte ¿si un fondo de inversión carece de personalidad jurídica, quién ostenta la representación y la gestión del mismo?
Para realizar dichas labores existen unas entidades especialmente habilitadas para ello, son las llamadas Sociedades Gestoras de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC).
Para entendernos mejor, se les suele llamar Sociedades Gestoras o Gestoras sin más. También debe entrar en acción otro tipo de entidad, la Entidad Depositaria. Las funciones para ambas sociedades intervinientes están muy bien definidas.
De este modo, la sociedad gestora será la que tenga facultades de dominio del fondo (aunque no es la propietaria), pudiendo tomar las decisiones de gestión de los activos y labores de administración. Esta sociedad es la encargada de invertir el capital aportado por los diversos partícipes.
Por el contrario, la entidad depositaria se encarga de la custodia del patrimonio del fondo, tanto en liquidez como en valores. Al mismo tiempo ejerce ciertas funciones de control sobre la sociedad gestora. Todo esto es en beneficio de los inversores que han aportado capital a dicho fondo.
Ya hemos visto cómo un fondo de inversión queda dotado de mecanismos legales y de representación, a través de la sociedad gestora correspondiente y con el concurso de la entidad depositaria.
El fondo está jurídicamente capacitado para relacionarse con el entorno (proveedores, clientes, intermediarios financieros, mercados primarios y secundarios, partícipes, etc.) por medio de estas dos figuras imprescindibles.
Qué duda cabe la inversión en fondos representa el canal más natural para que los pequeños inversores participen en los mercados financieros, debido a su sencillez de contratación e información, diversificación en distintos mercados y menores costes.
De todos modos, también hay inversores que no se pueden llamar pequeños, los cuales tienen una buena parte de sus grandes carteras en fondos de inversión. Esto indica que el producto es válido para todo tipo de inversor y puede cubrir cualquier tipo de necesidad financiera, pero ya hablaremos de esto más adelante.
Una vez vistos los conceptos básicos de lo que son, vamos a analizar ahora cómo funcionan los fondos de inversión.
Lo primero que hay que reseñar es que el inversor tiene a su disposición infinidad de fondos de todos los gustos, colores y tamaños.
Existe un fondo de inversión prácticamente apto para desarrollar cualquier estrategia inversora. Así que si usted se pregunta si un fondo de inversión es un medio adecuado para canalizar sus ahorro y cubrir sus necesidades financieras futuras, lo que le podemos decir con toda certeza es que debe existir un tipo de fondo que se adapte a sus requerimientos.
Es por ello que el primer paso a dar sea una buena identificación de sus necesidades financieras, puesto que de otro modo está expuesto a errar en la elección del fondo adecuado. Cuestiones tales como objetivos, riesgo asumible, plazo temporal… deben ser cuidadosamente estudiadas.
En el momento que usted tenga definida su estrategia inversora ha dado un paso de gigante, el resto viene rodado, puesto que estos productos son muy sencillos para su comprensión, contratación y gestiones posteriores.
Ahora solo tiene que elegir el fondo adecuado para usted y para ello debe atender a la clasificación de los fondos en las distintas categorías.
A su vez en cada categoría existen subcategorías y dentro de las subcategorías nos encontraremos con las estrategias concretas que llevan a cabo los gestores de un fondo determinado.
Teniendo claras sus prioridades y su perfil de riesgo no tiene nada que temer, precisamente los fondos se agrupan por categorías para hacer este trabajo más sencillo. Unas cuestiones claves para la elección de un fondo podrían ser:
Una vez tenga el fondo de inversión seleccionado o los fondos que realizarán la composición de una cartera, solamente debe ponerse en contacto con la entidad comercializadora de dicho fondo.
En caso de que no tenga ningún tipo de información sobre quién comercializa dicho fondo siempre puede llamar a la sociedad gestora y le informará de todo. Hasta incluso puede suscribir participaciones a través de la propia sociedad gestora.
Es importante que le aporten toda la documentación relativa al fondo para tomar la decisión de inversión de un modo transparente y objetivo. Es su derecho como inversor y las entidades que comercializan fondos de inversión suelen conocer muy bien cuáles son sus obligaciones.
Le deben hacer entrega de un folleto informativo del fondo. En caso de que el folleto sea la versión simplificada (que es la que tienen obligación de entregar de forma gratuita antes de la suscripción) pida la versión completa de este documento. Están obligados a proporcionarla, sin embargo su entrega queda supeditada a quienes la soliciten.
En el folleto informativo se recoge una serie de información sobre el fondo que resulta muy valiosa y efectiva. El folleto informativo completo contiene el Reglamento del fondo, en dicho documento se podrán analizar todos los pormenores de la operativa y funcionamiento del mencionado fondo. Así como su política de inversión.
El folleto simplificado (el que nos entregarán si no pedimos el completo) es una parte separable del folleto informativo completo. Contiene información resumida sobre la política de inversión, el horizonte temporal recomendado, perfil de riesgo, etc.
Para completar la información a la cuál usted tiene derecho como inversor, antes de la suscripción, nos queda por ver el informe semestral del fondo. Este documento contiene información sobre el estado del patrimonio, número de participaciones en circulación, composición de la cartera de valores, cuadro comparativo de los tres últimos años, etc.
La unidad de inversión en un fondo es la “participación”. Un inversor que pretenda colocar capital en un fondo de inversión lo hace a través de la compra de participaciones (suscripción de participaciones) en dicho fondo.
Cuando desee deshacer la inversión, pues únicamente debe vender sus participaciones (reembolso de las participaciones). Por este motivo a los inversores en fondos se les llama “partícipes”.
Ahora bien, antes se ha comentado que un fondo de inversión no es ni más ni menos que un patrimonio sin personalidad jurídica. Dicho patrimonio se encuentra formado como un agregado de las aportaciones que hacen los partícipes al suscribir participaciones. De esta manera no es difícil comprender que el patrimonio del fondo varía, de hecho se calcula su variación diariamente. No por las entradas y salidas de partícipes, al estar invertido la mayor parte del patrimonio en valores cotizados, las fluctuaciones de los mercados hacen que el patrimonio del fondo varíe cada día (incluso cada hora, sin embargo las variaciones se calculan diariamente).
Esto es importante para determinar el precio que tienen las participaciones, las cuales arrojan una cifra distinta cada día. El precio de una participación en un momento dado se denomina “valor liquidativo” y se calcula dividiendo el patrimonio del fondo en un momento dado entre el número de participaciones que hay en circulación en ese preciso momento.
La sociedad gestora es la encargada de calcular diariamente el valor liquidativo. Así como de su publicación en la página web de la entidad y en los demás lugares correspondientes.
A través de las fluctuaciones del valor liquidativo de las participaciones es como un partícipe puede transformar su inversión en dinero real. Como ejemplo, pensemos en alguien que suscribió participaciones a un determinado valor liquidativo y solicita el reembolso transcurrido un período de tiempo en el cuál el patrimonio del fondo se ha revalorizado debido a los rendimientos de las inversiones y, por ende, el valor liquidativo de las participaciones también.
En fin, volviendo al tema inicial, las suscripciones suponen la adquisición de participaciones y el reembolso la venta de las mismas. Sin embargo hay una característica que no podemos pasar por alto.
Esta característica supone una gran ventaja para las inversiones en fondos. La característica es que no es necesaria la existencia de otro partícipe que nos ofrezca contrapartida para comprar o vender participaciones.
La sociedad gestora y la depositaria velan en todo momento por la liquidez del fondo y se encargan de facilitar tanto participaciones como efectivo. En otras palabras, en los fondos de inversión la liquidez está garantizada.
Para concluir este apartado de suscripciones y reembolsos queda por decir que como los precios (valor liquidativo de las participaciones) varían diariamente se hace necesario saber qué fecha valor se le otorga tanto a las suscripciones como a los reembolsos, para que sea efectivo un determinado valor liquidativo. Esta información debe venir reflejada en el folleto del fondo, también en el Reglamento.
Los traspasos entre fondos de inversión son en sí mismos la solicitud de un reembolso en uno determinado para, inmediatamente después, suscribir participaciones en otro fondo.
Cobran mucho sentido en los casos en los que el inversor posee una cartera de fondos, gestionando su patrimonio a través de estos instrumentos financieros. Estrategia que no es para nada desdeñable según veremos a continuación.
Lógicamente, cada cierto período de tiempo (puede ser trimestral, semestral, anual o incluso trianual), este inversor en fondos debe hacer ajustes en su cartera. Para ello moviliza el capital de unos fondos hacia otros. Puede ser una rotación o un simple ajuste de cartera, pero resulta que su cartera está compuesta por más de un fondo y por consiguiente el capital lo rota entre estos instrumentos.
Bien, ahora llega lo interesante. El hecho de realizar un traspaso de fondos no supone, a efectos fiscales, un reembolso en uno de ellos para realizar una suscripción en otro. Manteniéndose la antigüedad de la primera inversión (se repite, a efectos fiscales). Esta es una de las grandes bazas de cómo funcionan los fondos de inversión.
Los traspasos pueden darse entre fondos de la misma gestora o bien fondos pertenecientes a distintas gestoras. Es indiferente, la única consecuencia que puede haber es que en un caso sea un poco más largo el procedimiento y a su vez el traspaso efectivo de un fondo a otro.
Lo realmente importante es que en este aspecto los fondos de inversión en España cuentan con una ventaja fiscal que no posee ningún otro tipo de productos y es la posibilidad de realizar ajustes y rotaciones de cartera sin necesidad de tributar por ello.
Este diferimiento fiscal tiene efectos multiplicadores al aplicarse las leyes del interés compuesto. Con lo cual no es un aspecto que se deba pasar por alto.
El invertir en fondos puede suponer en términos de rentabilidad financiero-fiscal inversiones más atractivas de lo que se puede llegar a suponer en un principio.