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Invertir en petróleo | FONDOS.COM

Escrito por Juan Puente - CEO | 14/1/2019

El petróleo es la fuente de energía por excelencia.

Sin él no existiría la producción, transporte y un sinfín de utilidades para la economía.

No obstante, cuando hablamos de petróleo cotizado nos referimos al crudo (aunque es posible invertir en derivados, como la gasolina).

El petróleo se negocia en crudo, en una medida llamada “barril” que corresponde a 42 galones (unos 159 litros aproximadamente).

Existen varios tipos de esta materia prima:

  • El crudo dulce y el crudo amargo (en función de la cantidad de azufre que presenta)
  • El crudo ligero y el crudo pesado (en función de su densidad), etc…

Sin embargo, se tienen en cuenta dos tipos que corresponden a dos mercados de petróleo crudo claramente diferenciados: El West Texas Intermediate (WTI) – extraído en Texas y Oklahoma – y el crudo de Brent (extraído en el Mar del Norte, principalmente).

Este último es más dulce y ligero; se trata de un petróleo de mayor calidad.

Tanto uno como el otro se caracterizan por ser unos mercados muy agresivos y espinosos. En cualquier caso, este tipo de inversiones también presentan ventajas y podemos tenerlas presentes a la hora de configurar nuestras inversiones.

¿Cómo podemos encontrar entonces las mejores oportunidades a la hora de invertir en petróleo?

Si sigues leyendo entenderás cómo enfocar la mejor estrategia de inversión en petróleo.

Ventajas de invertir en petróleo

Al invertir en petróleo estamos realizando una jugada estratégica, basándonos en la idea de que la economía crecerá a largo plazo y, consecuentemente, aumentará la demanda de energía.

Por tratarse de una materia prima, no pierde valor con el paso del tiempo. Todo lo contrario, el petróleo marca el crecimiento de los precios.

En otras palabras: es un indicador de inflación.

Este producto tiene una demanda inelástica, es decir, aunque su precio suba se debe seguir consumiendo para dar vida a toda la industria y transporte (mientras no aparezca ningún producto sustitutivo de forma definitiva).

Entonces, el sobrecoste que supondría este aumento del precio del petróleo (y paralelamente de los demás productos energéticos) se traslada a los precios de los bienes y productos finales. Por lo que la inflación aumenta.

Lo expuesto en el párrafo anterior encierra otra de las ventajas a la hora de invertir en petróleo: a pesar de estar inmersos en una época de recesión económica, habrá un umbral de demanda mínimo de energía.

Así pues, el petróleo puede ser un activo a utilizar como defensa contra la inflación y contra épocas de recesión económica.

Con esto no pretendemos expresar que un inversor deba inmediatamente colocar todos sus ahorros en petróleo, puesto que las inversiones en materias primas deben ser planteadas de un modo muy táctico.

Algunas de ellas, y en concreto el activo que hoy nos atañe, pueden llegar a ser muy volátiles, exigiendo una exquisita gestión.

Este aspecto de la volatilidad y riesgo, que a priori podría suponer un inconveniente y deberíamos indicar en el apartado siguiente, también puede suponer otra ventaja: el petróleo puede optimizar la rentabilidad de nuestra cartera si se gestiona bien la inversión.

¿Por qué es interesante invertir en petróleo?

Por tanto, y como resumen, las principales ventajas de invertir en petróleo serían las siguientes:

  • Si confiamos en que la economía crecerá a largo plazo (y no tememos que aparezca un producto sustitutivo) el petróleo puede ser una inversión estratégica. Bien planteada, por supuesto.
  • Es un activo real que actúa como refugio contra la inflación.
  • Debido a la inelasticidad de su demanda, puede utilizarse como un activo defensivo contra épocas de recesión.
  • Su alta volatilidad puede generarnos una buena rentabilidad (si se gestiona correctamente).

Inconvenientes a la hora de invertir en petróleo

No podemos obviar, como principal inconveniente, la aparición de nuevas fuentes de energía alternativas que pueden suponer una amenaza para la demanda del crudo.

Esto puede poner en peligro las inversiones a largo plazo.

A día de hoy el petróleo es la principal energía, marcando tendencia en los precios de las otras alternativas. No obstante, se habla de que estas fuentes alternativas pueden dar lugar al fin de “la dictadura del crudo”.

Debe seguirse de cerca la evolución del sector energético y las innovaciones en este campo para poder ajustar nuestras inversiones en petróleo con agilidad.

La importancia del valor de petróleo en las inversiones

En otro orden, y volviendo al presente, es difícil determinar el valor que puede tener el petróleo. No nos estamos refiriendo a su precio, sino a si su precio es alto o bajo en relación con su valor objetivo.

Es una premisa fundamental en inversiones el comprar barato y vender caro, pero mucho más cuando tratamos con activos que no ofrecen un flujo de rentas (no reparten intereses o dividendos), puesto que la rentabilidad proviene únicamente de la diferencia entre el precio de compra o el precio de venta.

La cotización del petróleo se determina por oferta y demanda.

La cantidad de oferta viene marcada por la situación (económica, política y social) de los países productores, la mayoría en constante tensión. Se trata de un activo muy sensible a la situación geopolítica. Las decisiones de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) pueden alterar su precio con facilidad.

En cuanto a la demanda, principalmente viene determinada por la coyuntura económica mundial.

Cuanto más se produzca y cuanto más crezca la economía, mayor energía precisará y más cantidad de petróleo se demandará, haciendo subir de este modo el precio del barril. No hay que perder de vista a países como China, potencia económica industrial.

Todo ello sin contar con la influencia que tiene la estabilidad del dólar de Estados Unidos y la correlación que presenta con economías basadas en las materias primas, como por ejemplo Canadá (de hecho, el dólar canadiense está íntimamente ligado a la cotización del petróleo).

Cómo podemos observar, se trata de un mercado muy complejo (además de volátil), de difícil acceso a los inversores.

Todos los factores que intervienen en la estimación de un precio objetivo son laberínticos, cuanto más para un inversor medio. No sería factible realizar operaciones especulativas: se trata de un activo de alto riesgo.

Precisa, mejor dicho, exige, que sea diversificado para compensar este riesgo.

Invertir en petróleo debe ser un complemento en nuestra cartera, no el foco principal y ni mucho menos el activo determinante (a no ser que se tenga una tolerancia al riesgo extremadamente alta, experiencia en inversiones y se conozca el sector con profundidad).

¿Por qué no puede ser adecuado invertir en crudo?

En consecuencia, podemos resumir los principales inconvenientes a la hora de invertir en petróleo de tal forma:

  • Existe una amenaza de energías alternativas que ponen en peligro su demanda. Se debe seguir muy de cerca la evolución del sector.
  • No ofrece flujos de efectivo, la rentabilidad a obtener viene definida únicamente por el precio de compra y de venta de esta materia prima.
  • Es un mercado complejo, en el cual resulta dificultoso determinar su valoración para tomar buenas decisiones de inversión.
  • Se trata de un mercado muy volátil. Un activo de alto riesgo reservado a operadores experimentados y gestores especializados en el sector de la energía.
  • Requiere que sea utilizado como complemento a una cartera, como elemento diversificador que trate de optimizar nuestra rentabilidad total bajo una buena gestión.

Estrategias y oportunidades de inversión en petróleo

Una vez analizadas las ventajas y los inconvenientes de invertir en petróleo, estamos en disposición de decidir cuáles serían las mejores estrategias.

Aquellas que nos permitan aprovechar mejor las oportunidades.

Grosso modo, las estrategias disponibles para invertir en petróleo serían las siguientes:

  • Compra física: No recomendable, puesto que debemos estimar los costes de almacenaje, mantenimiento, transporte, ponerlo a la venta, etc. Podríamos no tener la suficiente liquidez a la hora de venderlo. En caso de acudir al mercado para obtener liquidez, deberemos comprar al por mayor.
  • Contratos de Futuros: Los futuros financieros sobre petróleo son productos derivados que implican apalancamiento. Debido a las fuertes oscilaciones en su cotización en el corto plazo, no son en absoluto adecuados para un inversor medio. El riesgo de pérdida es muy alto (nos podríamos quedar sin margen de garantía en menos de un suspiro). La parte positiva de los futuros es que permiten tomar cobertura al invertir en corto (generando rentabilidad con las caídas de la cotización).
  • Acciones: Es posible invertir en petróleo comprando acciones de empresas petrolíferas (extractoras, refinerías, distribuidoras, etc.). En este caso sí que obtendremos un flujo de renta vía dividendos y supondría una inversión más accesible. La correlación entre el precio del crudo y las acciones de compañías petrolíferas es positiva y alta. Además, ofrecen una mayor diversificación, puesto que estas empresas pueden tener unos negocios paralelos que les generen beneficios.
  • ETFs: Los inversores tienen a su disposición fondos de inversión cotizados con exposición al crudo directamente, bien sea por inversión física, futuros, de forma individual, sectorial, global, etc. Suponen una vía de inversión en petróleo transparente y económica, al igual que lo serían las acciones. Más accesible al inversor medio.
  • Fondos de inversión en el sector energético: No tenemos necesidad de invertir únicamente en petróleo crudo, ni tan siquiera acciones de empresas petrolíferas. Como se ha comentado anteriormente, el petróleo marca una fuerte tendencia en los precios de la energía. Por consiguiente, todo el sector energético tiene una fuerte correlación con los precios del crudo. Esto, además, nos ofrece la necesaria diversificación a la que hacíamos referencia. Los fondos de inversión del sector energía son una de las mejores apuestas. Esto se debe a que combinan las inversiones en compañías dedicadas al petróleo y, a su vez, empresas de otras fuentes de energía (incluso aquellas que pueden suponer una amenaza para el crudo). Eliminando de este modo la mayor parte de los inconvenientes expuestos. Son más accesibles, económicos y transparentes. Además, podemos aprovechar la experiencia de gestores profesionales.

Conclusión final sobre invertir en petróleo

Se puede extraer como conclusión que las mejores oportunidades serían aquellas que nos permitan reducir los riesgos inherentes a las inversiones en petróleo al máximo exponente. Esto sólo se consigue diversificando y dando a este tipo de inversiones la categoría que merecen: un complemento de una cartera más global (consecuentemente, diversificando y exhibiendo una buena gestión).

Los fondos de inversión nos brindan todas estas cuestiones, haciendo de estos productos una de las mejores alternativas a la hora de invertir en petróleo.

Combinan todos los elementos necesarios para aprovechar las ventajas y reducir los inconvenientes.